La oficina: donde os recibo y charlo con vosotros sobre vuestro peludito.
Los agapantos: nada más llegar, antes de juntarlo con el resto de la “pandilla” que en ese momento esté en casa, nos quedamos un tiempo por esta zona. Nos vamos conociendo a través de la valla y vamos viendo reacciones y quitando miedos.
El jardín: zona de poner la piscinita si hace mucho calor y buscar buena sombra bajo la palmera.
El prao: Aquí pasa la mayor parte del tiempo “la pandilla”. Con buena sombra de árboles, la mejor, con zonas para correr y jugar, y como no, para llenármelo todo de agujeros!!!!
El corralito: un lugar recogido a la vista desde casa para que jueguen los pequeños o si alguno está malito. Siempre controlado.
La pérgola: nuestro rincón favorito de invierno y verano. De verano con las colchonetas al fresquito del atardecer, y de invierno con las mantitas… A ellos les encanta quitarnos las colchonetas y echarse encima de nosotros.
El porche: aquí descansan de los juegos y carreras, un sitio atechado y protegido pero al mismo tiempo en la calle, donde pueden entrar y salir a su antojo.
Y por supuesto la casa: mi casa y de mi familia. Y durante la estancia de vuestros peludos también la suya.